domingo, 1 de novembro de 2009

Joaquín Sabina

Y NOS DIERON LAS DIEZ

Fue en un pueblo con mar
una noche despues de un concierto;
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto
"Cántame una canción
al oido y te pongo un cubata"
"Con una condición
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata"
loco por conocer
los secretos de tu dormitorio
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.
Los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando,
tú saliste a cerrar,
yo me dije
"Cuidado, chaval, te estas enamorando",
luego todo pasó
de repente, tu dedo en mi espalda dibujo un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu falda;
caminito al hostal
nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola...
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al anochecer nos encontró la luna.
Nos dijimos adios,
ojalá que volvamos a vernos
el verano acabó
el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,
y a tu pueblo el azar
otra vez el verano siguiente
me llevó, y al final
del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,
y no hallé quien de ti
me dijera ni media palabra,
parecía como si
me quisiera gastar el destino una broma macabra.
No había nadie detrás
de la barra del otro verano.
Y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano,
tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales,
"Se que no lo soñé"
protestaba mientras me esposaban los municipales
en mi declaración
alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al anochecer nos encontró la luna.

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